lunes, 15 de septiembre de 2008

Un verdadero amigo... De ébano y palo escrito...


Todos los músicos coincidirán conmigo al afirmar que cada instrumento musical es único y, por trillado que suene, irrepetible… Ningún violín es igual a otro, ninguna guitarra se asemeja a la otra… Pero seas violinista, pianista, guitarrista, trompetista, mandolín… en fin… para un instrumentista, existe ese instrumento único que sobresale de los demás… esa pieza que tiene un significado único, con un valor incalculable para nada económico… El instrumento propio…

¿Qué instrumentista no recuerda su primer vínculo con la música? Ya sea esa guitarra obtenida de segunda mano… Ese violín económico comprado en algún pequeño establecimiento… O si corrimos con suerte, hasta esa viola adquirida en la casa de música de más renombre…

Hubiese cual hubiese sido su procedencia, su precio, o su calidad… Ese instrumento deja de ser maderas, barniz, pegamento y cuerdas para convertirse en un compañero, un amigo… Y si nos ponemos cursis, un hermano, o un hijo…

Y verdaderamente desde el primer contacto con ellos, experimentamos emociones que en conjunto sentimos con muy pocas personas… Alegría, ira, frustración, decepción, pasión, deleite, placer, euforia, tristeza, cariño… amor…

Imágen y texto: PGR

1 comentario:

Rocío dijo...

Considera a tu guitarra, tu violín, tu mandolina, o el instrumento que toques, el más grande y leal amigo, el te acompañara cuando estes triste, alegre, desilusionado, enamorado y será el mejor cómplice en esos esos momentos tan tuyos, no importa la calidad o el valor de éste, solo importa que el estará ahí para hacerte sentir bien.